miércoles, 7 de noviembre de 2007

Proporción en Pranayama.

La respiración yóguica concede gran atención al proceso de exhalación; la proporción entre la inhalación y la exhalación es 1:2. La exhalación se hace más larga para obtener el máximo control sobre los pulmones, de forma que el aire viciado pueda ser extraído en su totalidad de los alvéolos pulmonares, ya que en la respiración normal se expulsa solamente una pequeña cantidad de aire procedente del ápice pulmonar, mientras la base permanece casi inactiva. Mientras los alvéolos pulmonares permanezcan llenos de anhídrido carbónico, ningún esfuerzo aplicado a la inhalación puede aportarles aire fresco de la atmósfera. Esta es una de las razones por las que la respiración yóguica enfatiza la exhalación lenta, larga y profunda. Cuanto más aire se expulsa, más aire fresco de la atmósfera penetra en los pulmones, ya que no puede existir ningún vacío en los alvéolos.


Por lo tanto en la práctica de la respiración yóguica, la primera lección es comenzar con inhalaciones y exhalaciones, manteniendo la proporción 1:2, comenzando con 4 segundos de inhalación y 8 de exhalación. Aumentar lentamente la proporción bajo la guía de un profesor. Cuando aprendamos este hábito de la inhalación y exhalación, el siguiente paso es retener la respiración proporcionalmente. De acuerdo con la respiración yóguica, la proporción entre la inhalación y la retención es de 1:4. La retención es cuatro veces la inhalación, y la exhalación es solamente dos. La proporción es: 1:4:2. El mínimo para comenzar es 4 segundos de inhalación, 16 segundos de retención y 8 segundos de exhalación. Después aumentar a 5.20.10; hasta terminar con 8.32.16.

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